Susúrrame que esta noche, sólo esta noche, está permitido soñar, para que así soñemos al compás cómo si fuera la última vez.
Para agarrar tus manos con fuerza y besarte, ya que vives en mis labios y no quiero dejarte ir.
Y si no queda sitio entre las sábanas, arrópate conmigo.
O tal vez, el alba despunte y todo siga tan vacío como desde que te has ido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario