miércoles, 21 de mayo de 2014

Kamikaze por naturaleza.

Girabas, tantas veces que empezabas por un final inacabado, como en tantas ocasiones. Y mientras no acabes, el error se repetirá y seguirá siendo el mismo. Uno tras otro, recordando al anterior por si acaso o lo has olvidado.

Repetir uno por uno, como un kamikaze que se lanza contra una pared que sabe que estará ahí, que siempre lo ha estado y que no va a dejar de estar.

Y al principio la pared se rompía, y podías seguir caminando hacia adelante, pero, con cada golpe, se refuerza y cuesta más romperla, hasta el punto que no puede traspasarse, haciendo que te veas en el suelo, derrotado, sin camino en el frente y con otra pared de un mayor grosor.
Así que esquivas la anterior y te lanzas a la siguiente, sin poder superarla, con heridas mayores y cargando con no haber podido romper ninguna.
Vas pasando, pared tras pared sin parar para ver si con un martillo en vez de con el propio cuerpo puedes romper todo lo que has dejado atrás.



Tal vez el ser humano sea kamikaze por naturaleza, y no pueda vivir sin esos golpes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario