martes, 9 de septiembre de 2014

Droga de diseño.

Fuiste cómo una droga, y yo, que siempre había estado en desacuerdo con los drogadictos, caí en tu veneno.
Pero cómo no hacerse adicto a ti, si inyectabas en mí esa dosis de adrenalina que necesitaba.

Pasaban los días y mi aspecto demacrado temía reflejarse en el espejo, por eso me devolvía una forma distinta a la real, para que pudiese seguir enganchado a ti y a tus besos.
Olvidé hasta mi nombre cuando mis labios ya sólo pronunciaban el tuyo, y creaste en mi la dependencia de tus brazos, que volaban cada noche hacia un nido diferente.

Todo ese tiempo lo supe, pero quizá no quería verlo.
Perdí todo lo que tenía por tenerte cerca cuando tú siempre habías estado demasiado lejos.




No fuiste más que una ilusión.
El efecto secundario de una droga de diseño.

2 comentarios: