miércoles, 2 de abril de 2014

¿Eres tú?

¿Eres tú?

No, sólo es la luz que entra por la ventana y me recuerda que es otro día más que no te encuentra conmigo.
Y se marcha para dejarme porque solo se recuerda mejor.

¿Eres tú?

No, sólo es el olvido, que ha venido a llamar a la puerta y se encierra en el armario, con miedo a salir.
Y me deja llamándolo para que sustituya al recuerdo.

¿Eres tú?

No, sólo es el miedo que se ha agarrado a mi pierna, y araña mi piel cada vez que pienso levantarme de la cama.
Y se queda revolviendo las sábanas para que haga frío.

¿Eres tú?

No, sólo es la esperanza, que se ha dejado la puerta abierta antes de irse, dejando que entre todo ese aire nuevo.
Y sigue fuera, intentando que salga de mi escondite.

¿Soy yo?
No, sólo soy algo que se me parece, estoy rota y pegada tantas veces que incluso algunas piezas se han movido del sitio.




Y si soy otra, no hay por qué seguir llorando.

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